Es uno de los sistemas de cuevas más accesibles en el país, ubicado en el kilómetro 140 de la carretera que une San Pedro Sula con Tegucigalpa. A pesar de haber sido descubiertas desde 1969, hasta años recientes realmente se han acondicionado para recibir visitantes de forma segura.
Las Cuevas de Taulabé son parte de un sistema de grutas naturales que se esparcen por todo el municipio de Taulabé. Como muchas cuevas, el interior de Taulabé es húmedo y caluroso. Gracias a los juegos de luces que se han instalado, el visitante goza de un escenario casi mágico, donde la admiración por la naturaleza se funde con un silencioso respeto.
Aunque se desconoce la longitud total de la cueva, muchas personas han llegado a calcular varios kilómetros su profundidad. Sin embargo, nadie sabe este dato con exactitud, ni qué tan peligrosa puede ser.
Afortunadamente, para cualquier persona es fácil recorrer los primeros trescientos metros que han sido acondicionados para el turismo. Si desea recorrer trescientos metros adicionales a los primeros, podrá contratar el servicio de un guía en el área por un precio módico.
En ese recorrido, que lleva aproximadamente unos cuarenta minutos, uno puede apreciar las maravillosas figuras que ha esculpido el agua en la roca caliza. Estalactitas y estalagmitas se han creado a lo largo de miles de años, con formas que ahora identificamos como el “Ala de Ángel” o “El Buda”.
RECOMENDACIONES
- Use calzado adecuado, el zapato con suela lisa no es el ideal.
- Porte focos de mano y agua embotellada.
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